¿Sabes que es posible crear mundos imaginarios con tan sólo siete palabras?
El Dinosaurio.
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
El pasado 23 de abril, los alumnos de 1º y 2º de la ESO trabajaron el género de los microrrelatos, un género literario en pleno auge y que, debido al éxito que tiene entre el público, cada vez tiene más presencia en medios tan inusuales para la literatura como la radio o Internet.
Los microrrelatos o microcuentos son
breves historias que reúnen tres características:
- Sus títulos son relevantes y ayudan a completar el sentido del microcuento en muchas ocasiones.
- La temática es muy variada.
- Suelen tener un fino sentido del humor.
A continuación encontrarán una serie de páginas webs sobre microrrelatos para que disfruten con su lectura.
Finalmente, les queremos dejar con este microcuento de Jaime de Nepas, que nos ofrece una amplia visión de la creación literaria.
EL BOLI
En el sótano de la fábrica F hacen monómeros a partir de derivados del petróleo, los cuales se transforman en polímeros o resinas sintéticas cuando interviene un catalizador. Las resinas sintéticas se suben a la planta principal y se dividen en la cadena A y en la B. En la primera se le añaden elementos termoestables, se calientan, se moldean y producen tubitos de plástico endurecido, recto, hexagonal de 7 milímetros de diámetro y 13 centímetros de longitud, y ligeramente biselado al final. En la cadena B los polímeros se convierten en un poliestireno flexible, que por inyección se transforma en un tubo que cabe en el interior del primero. En la cadena C se acoplan ambos, se pone en la punta un cono metálico dorado con una bolita diabólica y se rellena el interior de tinta (un disolvente mezclado con negro de humo, azul de Prusia, amarillo de cromo u otros pigmentos), se coloca una tapa y un capuchón también de plástico, y ya está hecho el bolígrafo. Parecen todos iguales, pero ca, miles de ellos sólo valen para que los muerdan por atrás los niños, los estudiantes y los oficinistas; otros miles van a parar en exclusiva a las orejas de los comerciantes; también hay miles de ellos que reposan eternamente sin hacer nada en bolsillos de chaquetas o camisas; algunos de estos últimos, rebeldes, eyaculan por su cuenta, destrozan las blusas y son arrojados a la basura; los hay a millares que no hacen más que quinielas; otros muchos se pierden y, en fin, la mayoría de ellos tiene tinta sin misterio. Pero uno entre cien millones lleva en su interior media novela; busca, trabaja con dos de éstos y ya la tienes completa.
Publicado por Iván Noda
NURIA Y LA ROPA
Nuria tiene una ropa distinta para cada estado de ánimo.
Cuando está triste se pone su traje negro, que se convierte en verde según se le va pasando la tristeza. CuandO quier pensar se pone un gOrrO redOndO cOmO un apecera para que nO se le escapen las ideas, y sus pensamientOs sOn cOmO peces en el mar de su imaginaciÓn.
Cuando tiene hambre se coloca un gran babero a rayas donde caben manchas de todos los sabores.
Cuando está enfadada se viste con un traje rojo y amarillo como el fuego, para que se quemen todos los que se acerquen, y se vayan y la dejen en paz.
Cuando está contenta se abrocha la camisa más floreada de la tienda, y va llenando de rosas y violetas su paseo.
Cuando va a la playa lleva su bañador azul para que los tiburones la confundan con el mar.
Cuando no sabe cómo se siente, se pasa horas y horas frente a su armario sin saber qué ponerse, hasta que se da cuenta que no saber lo que sientes es como estar desnudo.
Publicado por María Padilla